Para la ciencia.
La COVID-19 puso una inmensa presión en el personal de salud pública. La salud pública, que ya estaba enfrentando una escasez de trabajadores, se debilitó a causa de la tensión de la pandemia y su politización. Los trabajadores de salud pública reportaron síntomas de angustia mental debido al agotamiento y el acoso laboral. La pandemia resaltó aún más la necesidad de contar con un personal de salud pública diverso para atender a comunidades diversas. Los trabajadores de color del ámbito de la salud constituyen un porcentaje menor de la población en actividad, pero es más probable que ocupen puestos con salarios más bajo.
Para la acción.
Dígale al Congreso que apoya un programa de pago de préstamos para los trabajadores de la salud pública y otras disposiciones para garantizar la preparación de la salud pública. Firme la alerta de acción de la APHA para instar al Congreso a promover un financiamiento fuerte y sostenido de la infraestructura de salud pública. Pida a los legisladores que apoyen los programas que refuerzan el personal de la sanidad pública, como los de la Administración de Recursos y Servicios de Salud de los Estados Unidos. Abogue en su lugar de trabajo por la licencia paga por enfermedad, incluyendo días de salud mental. Mantenga estándares que protejan a los trabajadores durante una pandemia, incluyendo protecciones legales para funcionarios estatales de salud pública. Abogue por el apoyo entre compañeros y los servicios de salud mental en su lugar de trabajo. Defienda la diversidad dentro del personal de salud pública y la capacitación que aborda el sesgo implícito y la competencia cultural.
Para la salud.
Cuando los trabajadores sanitarios se sienten apoyados en su trabajo tienen mejores resultados de salud mental. En los lugares donde la autoridad de salud pública es fuerte, se ven tasas más bajas de infecciones y muertes por COVID-19. Un financiamiento robusto del personal de salud pública apoya programas fuertes de protección de las comunidades y ayuda a las personas a curarse y a mantenerse sanas física y mentalmente. Construir una fuerza laboral más diversa ayudaría a identificar y abordar los sesgos estructurales dentro del sistema de atención sanitaria para mejorar los resultados en materia de salud en las comunidades marginadas.
Donde está usted.
Las investigaciones muestran que cada sistema de salud debe contar con trabajadores calificados, motivados y con el respaldo adecuado para alcanzar sus objetivos. Los programas de salud pública necesitan el apoyo y la participación de las comunidades a las que brindan servicios, por lo que generar confianza en la ciudadanía es fundamental para construir comunidades sanas. Un personal de salud pública diverso que refleja la diversidad de su comunidad está mejor preparado para abordar las desigualdades de salud. El personal de salud pública es esencial para abordar los desafíos de salud de nuestro presente y de nuestro futuro. Por ejemplo, si bien es probable que otros sectores estén adelantados en el abordaje del cambio climático respecto al sector de la salud pública, es fundamental que los trabajadores de salud pública estén incluidos en la planificación y mitigación del cambio climático. Por eso, el personal de salud pública puede seguir fomentando y apoyando la salud de los miembros de su comunidad, donde sea que estén.