La equidad en salud empieza aquí: optimice la salud para todos
La equidad en salud es importante porque significa que todas las personas tienen acceso a los recursos y las oportunidades necesarias para alcanzar su máximo potencial de salud, independientemente de las disparidades socioeconómicas, raciales, geográficas o relacionadas con la discapacidad. Al abordar la raíz de las desigualdades de salud, como la discriminación, la desigualdad de acceso a la atención médica y las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad, las comunidades pueden reducir las enfermedades prevenibles y mejorar el bienestar general. Por ejemplo, la expansión de los servicios de telesalud ha sido un importante logro para la salud pública, ya que ha mejorado el acceso a la atención médica de las personas con problemas de movilidad o transporte y de las que viven en zonas rurales. Promover la equidad en salud fomenta poblaciones más sanas, reduce los costos de la atención médica y construye sociedades más resilientes.
La promoción de la equidad sanitaria empieza con...
Usted
Vote con la equidad en mente
Votar es una forma importante de asegurarse de que se escucha la voz de todos y de apoyar políticas y soluciones que mejoren la salud pública. Hable con amigos y vecinos sobre la importancia de la participación cívica. Apoye a candidatos y políticas que den prioridad a la equidad en salud y trabajen para abordar las desigualdades sistémicas.
Entable y participe en el debate
Iniciar conversaciones informales sobre la igualdad con familiares, amigos o compañeros de trabajo puede ser una forma eficaz de concientizar e inspirar acciones. Cree un espacio seguro para compartir ideas, aprender de diferentes perspectivas e impulsar el fomento de la equidad en la vida cotidiana.
Las comunidades y los vecindarios
Incluya a las comunidades en las iniciativas de equidad en salud
Para avanzar en la equidad en salud, los miembros de su comunidad deben tener de oportunidades significativas de participar en el proceso de planificación de programas, soluciones y políticas destinadas a fomentar la equidad. Los miembros de la comunidad pueden desempeñar un papel importante en la identificación de las necesidades sanitarias locales, los puntos fuertes y los recursos necesarios para mejorar la salud.
Sea directo
Para que las comunidades prosperen, las organizaciones locales y los profesionales de la salud pública deben ser claros y directos a la hora de trabajar por la equidad sanitaria. Esto significa nombrar a los grupos específicos afectados por las desigualdades y delinear claramente las acciones necesarias para cerrar las brechas de salud. Ser directo ayuda a garantizar que las personas necesitadas reciban los recursos y el apoyo necesarios para mejorar su salud. También evita malentendidos o planes imprecisos que podrían agravar involuntariamente las disparidades en salud.
Las ciudades y los estados
Adopte un enfoque de “la salud en todas las políticas”
Busque formas de trabajar en distintos sectores, como la educación y la vivienda. Esto implica mejorar el acceso de las poblaciones vulnerables a alimentos sanos, una vivienda segura, un transporte fiable, una educación de calidad, un empleo equitativo, espacios verdes seguros y oportunidades de desarrollo económico.
Mida y evalúe los avances en la reducción de las disparidades en salud
Necesitamos hacer un seguimiento de cómo se van cerrando las brechas sanitarias a lo largo del tiempo. Esto significa recopilar datos para ver si la gente tiene mejor acceso a la atención médica, si mejoran los resultados de salud y si se reducen los obstáculos para recibir atención, como la pobreza o la accesibilidad. Al medir estos aspectos, podemos ver lo que funciona y tomar mejores decisiones para crear igualdad de oportunidades para que todos prosperen.
La nación
Aborde el racismo y los prejuicios raciales implícitos
La nación debe adoptar un enfoque unificado para identificar y abordar eficazmente el racismo y los prejuicios raciales implícitos. Muchas organizaciones, entre ellas las asociaciones estatales de salud pública, han declarado el racismo como una crisis de salud pública. Sin embargo, los organismos de salud en todos los niveles, ya sean locales, estatales y nacionales, deben reconocer explícitamente y abordar las políticas racialmente discriminatorias que han creado y siguen permitiendo desigualdades de salud. Actuando de forma coordinada en todo el país, podemos trabajar para desmantelar el racismo sistémico.
Mejore el acceso a una atención médica de calidad
El acceso a la atención médica sigue siendo una carga para muchas personas. Para garantizar que las personas puedan recibir la atención que necesitan cuando surja un problema de salud pública, es esencial que se establezcan las prioridades y la financiación adecuadas para cerrar las brechas en la cobertura médica, incluido el precio de los medicamentos.